sábado, 30 de noviembre de 2013

Otra anécdota...

Y si...esta época aunque no parezca, está llena de anécdotas. Algunas alegres, otras no tanto, pero cada momento, cada día, estuvo atravazado por esto: la vida que transcurría y un ser humano que se desarrollaba en mi vientre. 

Les cuento una...
Ya finalizaba el primer trimestre y pocas personas sabían de mi embarazo. Estos pocos consistían básicamente en mi familia y unos cuantos amigos. O sea, los íntimos nada mas. En esta locura mía de no decir nada hasta no estar segura de todo, la gran mayoría de los que estaban a mi alrededor desconocían mi "estado". 

Yo trabajaba como siempre, me desesmpeñaba de la misma forma que antes, nada había cambiado para los otros. En uno de mis trabajos, (diría que en ese momento, el principal) yo cobraba mi sueldo a través de un cheque. Ese cheque debía buscarlo cada mes, en el edificio de mi empleador (no diré quienes eran mis empleadores para no dejarlos mal parados...ja) y luego, desde allí, me iba a cobrarlo al banco. 

Esa mañana fui como tantas otras veces había ido. Ya al entrar me encontré con que el ascensor no funcionaba, entonces ¡A subir tres pisos a pie! Lo hice, lenta pero decididamente. Todo sea por recibir el sueldo por mi trabajo....
Luego de ello, hice la cola correspondiente para que me den el cheque. Pero en lugar de recibir el bendito papel, me anoticiaron de que no había cheque ese día porque faltaba una firma. Cabisbaja me fui al trabajo (al que ya llegaba tarde y con las manos vacías). 

Al día siguiente mi marido en un acto de colaboración a la causa, fue a buscar lo que por derecho era mío. También hizo la cola pertinenete al caso y cuando le tocó el turno a él le dijeron que no había ningún cheque a mi nombre. Entonces, perplejo por la situación, me llamó para contarme esto y yo no entendía. ¿Por qué no habría cheque para mi? ¡Qué ilusa! ¡Realmente no entendía nada! 
Ni bien me enteré de esto, llamé a uno de los encargados y sin demasiadas vueltas me dijo: Que, ¿no te avisaron? Te dieron la baja el mes pasado...

Por eso, no todas las anécdotas son gratas....(Después les cuento una en el micro ja)



Autor: El blog de mamá

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